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Nuestra primera vez

5 de Nov de 2014 | Nosotras | 1 comentario

¿Recuerdas la última vez que hiciste algo por primera vez? Nosotras lo tenemos claro: nuestro día a día es una primera vez constante, una aventura permanente. Porque emprender, es empezar de cero.

Cuando emprendes, incluso aquellas cosas que no son tan nuevas, que ya has hecho en infinidad de ocasiones desde el otro lado del cristal, adquieren un cariz distinto. Cuando tú eres el jefe y la responsabilidad es toda tuya, las primeras veces surgen como setas en otoño.

Nuestras últimas semanas -o primeras- (depende de cómo se mire) han estado plagadas de primeras veces. Nuestros primeros clientes, nuestros primeros trabajos, nuestras primeras facturas… Todo es nuevo y emocionante. Aunque lo nuevo, ya se sabe, también puede generar inseguridad, incertidumbre, nervios… Y con ellos surgir los roces, los conflictos, las discusiones. Superar lo malo de las primeras veces es, seguramente, el reto más grande al que se enfrenta un emprendedor.

Y es que las primeras veces tienen ese qué se yo que te acelera el pulso. La emoción de lo desconocido, el nerviosismo de saber que, una vez hecho, dejará de ser la primera vez. Claro que tampoco hay que ponerse dramáticos. Como todos sabemos (por unas cosas o por otras), en ocasiones las primeras veces pueden resultar decepcionantes… Simplemente hay que darse la oportunidad de intentarlo de nuevo y disfrutar de las segundas, las terceras y las cuartas. Aprender de los errores y no perder la ilusión.

Para enfrentar los peligros de las primeras veces, en Oh My Word! tenemos dos armas con las que luchamos día a día. Por un lado, nuestro ADN , que está compuesto por una fórmula secreta a la que denominamos T3+P (que no es otra cosa que hacerlo todo con Talento, Trabajo, Tesón y Pasión). La ilusión es el motor que nos mueve y que, seguro, nos permitirá llegar lejos. Pero, más allá de eso, nos tenemos la una a la otra para hacer de cada día un reto, de cada conflicto una experiencia y de cada trabajo, un logro.

Empezar no siempre es fácil, pero estamos convencidas de que con perseverancia, ilusión y buena compañía hay pocas posibilidades de que salga mal.  ¿No crees?

ADN