A la hora de publicitar un producto, es imprescindible conocer claramente su posicionamiento y sus valores diferenciales, principalmente para poder comunicarlos con claridad. Esto es un básico que cualquier creativo publicitario debería tener en cuenta a la hora de lanzarse a crear anuncios. Lo que también es un básico, pero se explica menos en las escuelas del marketing, es que los argumentos empleados para exponer los beneficios de un producto deberían contar con un mínimo de sentido y razón de ser. Os parecerá una declaración de cajón (ya están las de Oh My Word! explicando obviedades). Pero en el mundo del Viernes Bizarro nunca se puede dar nada por sentado. Y si no nos creéis, echad un vistazo a los anuncios que os traemos hoy.
El dentista dietista
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1429519319850″]¡Gracias a mi dentista vuelvo a ponerme mis vaqueros favoritos![/blockquote]
Podéis dejar de entornar los ojos porque lo que veis es correcto, en el anuncio pone DENTISTA. Tiene bastante lógica porque, si el anuncio fuese de un dietista, le estaríais viendo a la muchacha la barriga y el culo y no la sonrisa radiante. Y aun con todo, el anuncio de un dietista con un plano corto de una mujer sonriendo tendría mucha más razón de ser que el anuncio de un dentista que te explica que dicha mujer puede volver a ponerse sus vaqueros…
En Oh My Word! no somos tan tiquismiquis como para decir que no vislumbramos la lógica subyacente en el argumento de este anuncio, pero aun así, el asunto está cogido con pinzas. Y también reconocemos sin pudor que nos queda la duda de si la mujer se pone los vaqueros porque está contenta y puede sonreír, o si está contenta y sonríe gracias a los vaqueros. Si es esto último, queremos conocer el motivo y, a continuación, saber dónde podemos adquirir esos vaqueros.
Todas las Princesas Disney eran unas cazafortunas
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1429520317986″]Si murieses hoy, tu seguro de vida podría ser el Príncipe Encantador de tu familia[/blockquote]
Lo primero que queremos exponer desde Oh My Word! con respecto a este anuncio es el sentimiento de estafa que nos invade en este momento. No podemos creer que a estas alturas de nuestras vidas, tras toda una infancia de admiración por las Princesas Disney, venga una compañía aseguradora a abrirnos los ojos declarando que Aurora, Bella, Ariel, Cenicienta & Co. no eran más que unas cazafortunas… ¿Qué será lo próximo? ¿Decirnos que Milli Vanilli no cantaban?
Desde que iniciamos esta sección os hemos mostrado numerosos anuncios que podrían inspirar todo tipo de calificativos, pero en Oh My Word! creemos que este es el primero que se ajusta a la perfección a la definición de «de traca maraca». El diseño es de traca, la foto es de traca y la frase, de traca maraca. Y así, señoras y señores, es como se argumenta con lógica.
Ya os hemos dado las herramientas para hacerlo, es el momento de que argumentéis vuestra elección. ¿Cuál es el mejor peor anuncio de esta semana?
