En el Viernes Bizarro de Oh My Word! nos hemos cuestionado en infinidad de ocasiones cómo es posible que algunas campañas consigan la aprobación ya no solo de los directores creativos de las agencias de comunicación, sino de los propios anunciantes.
Todos los que seguís esta sección habitualmente podríais incluso llegar a pensar que no existen las campañas rechazadas. Que lo que se presenta, se aprueba. Y no nos extraña. Pero hoy queremos demostraros que también existen los anunciantes que no son una coladera total para la publicidad bizarra. Para ello, en el Viernes Bizarro de hoy os traemos dos propuestas de agencias de comunicación que no consiguieron el visto bueno por parte del cliente. Ahora comprobaréis por qué.
Tenemos una nueva atracción en nuestro parque
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1460055679128″]Ascensor supositorio[/blockquote]
Lo que tenéis sobre estas líneas es la propuesta real de una agencia de comunicación a la marca de supositorios Dulcolax. Aunque la imagen habla por sí misma, aclararemos que se trata de una campaña de street marketing que pretende demostrar el funcionamiento de los supositorios sirviéndose de un ascensor customizado como el producto de la marca, un culo gigante y un efecto óptico.
Desde Oh My Word! nos gustaría ir más allá de lo bizarro de la idea para señalar que cualquiera que crea que es necesaria una demostración práctica de cómo se pone un supositorio, está muy perdido en el mundo.
Flujos recién salidos del cascarón
En el caso de Thinx debemos explicar que esta campaña no fue rechazada en su totalidad, sino que su uso se vetó en varias ciudades. Como probablemente no hayáis sacado demasiado en limpio del propio anuncio, os explicaremos que Thinx es una marca que se define a sí misma como «ropa interior para mujeres con el periodo». Bragas para menstruar, vaya.
Si como nosotras, no termináis de encontrar la razón de existir de Thinx, habréis dado con el que nos parece el problema fundamental de esta marca.
En lo que al propio anuncio se refiere, en Oh My Word! creemos que que hayan usado un huevo pringando para explicarnos a todos en qué consiste la menstruación pues no está mal, la verdad. Es bastante ilustrativo. Lo que ya nos encaja un poco menos es la modelo en modo niña de «The Ring». Pero cada una lleva su regla como buenamente puede. No somos nadie para juzgarla.
Lo que sí seguiremos juzgando es toda esa publicidad que consigue que nos sangren las retinas. Más Viernes Bizarro la próxima semana.
