Las barrigas son una parte de la anatomía humana que cuenta con un especial protagonismo en el mundo publicitario. Las vemos hinchadas cuando nos hablan de gases, fofas cuando la teletienda nos quiere vender fajas, máquinas de abdominales o milagrosos quemagrasas y, sobre todo, las vemos planas, tonificadas y sonrientes cuando nos quieren vender prácticamente de todo: yogures, cereales, compresas, tampones, ropa interior, body milk, maquinillas de afeitado y un larguísimo etcétera.
Pero si por algo si caracteriza el Viernes Bizarro de Oh My Word! es por huir de los lugares comunes. Así que hoy os traemos dos anuncios en los que las barrigas son las protagonistas, sí, pero de un modo totalmente distinto.
Cruella de Vil lanza su línea de complementos
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1423154438292″]¿Cargando demasiado peso?
Pilates con Gerda[/blockquote]
En primer lugar tenemos este anuncio de un estudio de pilates. La idea está clara: cargamos a diario con cantidades ingentes de peso en forma de michelines, pliegues de piel y pelambrera alrededor del ombligo y esto tiene consecuencias para nuestra espalda. ¡Hagamos pilates y soltemos lastre! El concepto es brillante, no vamos a decir lo contrario. ¿Cuál es el problema entonces con este anuncio? Pues siendo igual de claros que los amigos de Gerda, el problema es que es feo. Y ya no es solo que se trate de un bolso hecho con michelines peludos. Es que todo en el anuncio es feo. El bolso es feo, la iluminación es fea, el color de fondo es feo. Se trata de un anuncio tan feo que la primera vez que las chicas de Oh My Word! lo vimos solo pudimos agradecer que en Gerda optasen por la barriga y no por el culo. Hasta que nos encontramos esto:
Lo sabemos. Como imagen es todavía peor. Pero tenemos que decir que el diseño del bolso nos gusta más…
Un día cualquiera en el verano de Hannibal Lecter
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1423155518107″]La obesidad comienza a una edad temprana[/blockquote]
Por si no habíais tenido suficiente ración de carnes colganderas, en Oh My Word! hemos decidido ponernos generosas y ofreceros también el postre. Nuestro segundo contendiente de hoy es este anuncio francés de lucha contra la obesidad infantil. Y volvemos con lo mismo. Una idea brillante que muestra causa y consecuencias de esta problemática de un modo creativo e impactante. Del nivel de impacto de darte de cabeza contra un muro de hormigón. Porque hay cosas que es preferible no ver y ese tercer pliegue es una de ellas. ¿Deberíamos mostrar más respeto por tratarse de un niño? Probablemente. Pero vosotros también querríais no haber visto ese pliegue.
Desde Oh My Word! queremos agradecer a esta campaña que, por segunda vez en nuestras vidas, alguien nos haya fastidiado el verano a base de traumatizarnos. El primero fue Steven Spielberg, pero él tenía la excusa de que el mar es el hábitat natural de los tiburones asesinos. Los franceses en cambio deberían juzgar a las baguettes con queso y los croissants de mantequilla antes de meterse con el helado.
Pues ya lo habéis visto. Hoy la cosa va de barrigas y, puesto que todos tenéis una, estáis más que cualificados para votar.
