Blog

Viernes Bizarro… Contigo no, bicho

28 de Nov de 2014 | Viernes Bizarro | 2 comentarios

En Viernes Bizarro nos gusta señalar con el dedo a todos esos anuncios publicitarios que, por un motivo u otro, nunca deberían haber visto la luz. Hoy, sin embargo, traemos una entrega un tanto particular. Nuestro Viernes Bizarro de hoy presenta dos propuestas que son grandes ideas, que comunican a la perfección su mensaje y que, además, lo hacen de una forma original, diferente y bien ejecutada. ¿Nos ha entrado entonces el espíritu navideño anticipado por culpa de Loterías del Estado y Freixenet? ¿Hemos decidido hacernos buenas y dejar de someter a escarnio a los peores anuncios del mundo? Podéis respirar tranquilos, porque no. Los dos ejemplos de anuncios que protagonizan este Viernes Bizarro son grandes ideas, sí; comunican a la perfección su mensaje, sí; son originales, diferentes y están bien ejecutados, sí. Pero también nos dan una grimilla, dentera, repelús y un asco tan insoportables que sufrimos teniendo que mirarlos. Y si el anuncio de tu marca hace que los clientes pongan cara de haber chupado un limón y no quieran volver a verlo delante, ¿realmente merecía la pena seguir con esa idea? Juzgad vosotros mismos.

Fósiles en los dientes

Yo no voy al dentista, voy al paleontólogo

   [blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1417106746211″]No dejes que la comida se quede demasiado tiempo[/blockquote]

En Oh My Word! rascaríamos tenedores y cuchillos contra un plato, arañaríamos cinco encerados, veríamos en bucle la escena del ojo y la cuchilla de «Un perro andaluz» y nos comeríamos una pelota de papel de plata solo por no tener que volver a ver esta imagen. Tal vez sea irracional, tal vez a vosotros no os pase, pero a nosotras este anuncio nos da tanto asco que estamos escribiendo esta entrada con los ojos cerrados.

En general, la imagen interior de una muela no resulta santo de nuestra devoción, pero si además le sumamos el fósil de un ¿pollo? al asunto, apaga y vámonos. Los de Pepsodent Torsion tienen el mérito de que en estos momentos sintamos lástima de que nuestras lenguas tengan que compartir espacio con nuestras muelas. Y ya no queremos seguir profundizando en el asunto porque si no, la comida que no se quedará demasiado tempo será nuestro desayuno, pero en nuestros estómagos. Desde aquí le damos las gracias a esa alma caritativa que nos ha enviado este anuncio por ser, a su entender, el culmen de lo bizarro.

Bichos en el pelo

No es Humor Amarillo, es un anuncio de champús

Bichos en el pelo

Solo hay una forma de hacer esta imagen más desagradable y es sumarle un oso hormiguero

Para todos aquellos que no sepan chino-japonés, les explicaremos que estos son los anuncios de un champú excelente para acabar con el picor de la cabeza (que eso es lo que dice el eslogan chino-japonés). Por hacerlo más sencillo para todos, vamos a suponer que el nombre de este champú es Miyagi (por ejemplo). Pues bien, resulta que los creativos del champú Miyagi decidieron que qué mejor para ejemplificar ese desagradable picor de cuero cabelludo que llenar  el de sus modelos de bicherío variado. ¿Os pica la cabeza en este momento? A nosotras también. Tal vez estemos ante una extraña clase de creativos-científicos que piensen que el público, cual perro de Pavlov, comenzará a rascarse la cabeza cada vez que vea su anuncio, sintiendo el deseo irrefrenable de adquirir su producto para aliviarlo. En cualquier caso, a nosotras, lo de pensar en un champú y que te entren los picores por todo el cuerpo (sí, a nosotras también se nos han extendido), no nos parece la mejor idea del mundo. Llamadnos raras.

El combate ha comenzado. Que gane el mejor (peor).