A pesar de que la historia de La Humanidad está plagada de villanos y malos malísimos, la historia de La Publicidad ha demostrado tener un claro favorito a la hora de encarnar el mal en los anuncios. Nuestro Viernes Bizarro de hoy está dedicado a diferentes creativos publicitarios que decidieron pasarse algunos de los capítulos más negros de la historia por el lugar por donde se empiezan los cestos y emplear a Adolf Hitler como protagonista de sus campañas. Total, ¿cuáles son las probabilidades de que alguien se sienta ofendido?

Los peligros de Meetic

[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1417770966969″]Si renuncias a ella, estás teniendo una relación estable con Hitler. 

Mantente pura – Resérvala para el matrimonio

Un recordatorio de la Coalición por la Educación para la Abstinencia[/blockquote]

En el primer ejemplo de hoy nos encontramos un cartel de propaganda cristiana, más concretamente, una publicidad dedicada a preservar la virtud de las jóvenes beatas (un Amo a Laura pero en serio y en vintage). En defensa de este anuncio tenemos que decir que esta creatividad data de la Segunda Guerra Mundial, una época en la que Hitler era efectivamente el enemigo de medio mundo (y en la que todavía no se conocía en profundidad el alcance del percal que estaba organizando). En su contra, debemos señalar lo innecesario que resulta tener que recurrir a Hitler en el seno de una institución vinculada a la Iglesia cuando ellos ya cuentan con su propio archienemigo; los musulmanes el Demonio. Esto último, señores de la Coalición para la Educación en la Abstinencia, podría entenderse como avaricia, una cualidad muy poco cristiana.

Por otra parte, en Oh My Word! creemos que emplear una imagen de Hitler como cita, con esa sonrisa picaruela, ese guiño «a cámara» y esa chupa, podría resultar un poco arriesgado teniendo en cuenta la debilidad que ciertos sectores femeninos sienten por los chicos malos. Ahí lo dejamos.

Carglass cambia, Carglass repara

[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1417432717693″]Bueno, realmente no es así. Normalmente la víctima es un inocente

¡Conduce con cautela, salva una vida![/blockquote]

Si el primer ejemplo de hoy tenía el perdón de Dios y la excusa de que eran otros tiempos, este anuncio del Centro de Consultas para las Víctimas de la Carretera no cuenta con ninguna de las anteriores. Esta campaña (en la que hemos escogido el anuncio de Hitler porque nos venía al caso) cuenta con otras dos creatividades protagonizadas por Saddam Hussein y Stalin. Y no nos engañemos, el anuncio está bien ejecutado e incluso podría resultar gracioso, hasta que piensas que las muertes por atropello son un tema que da para tantas coñas como el Holocausto.

Los sectores más críticos han visto en este anuncio una amenaza más allá de su incorrección. Psicólogos llegaron a advertir de la posibilidad de que, influenciados por este anuncio, los conductores comenzasen a ver Hitlers en todos los pasos de cebra, sintiendo el impulso de machacarlos como en una partida de Carmaggeddon… A nosotras todo esto nos parece tan surrealista que solo podemos decir que siempre hay quien tiene el as para matar el tres.

Presentados los contrincantes, es hora de iniciar una batalla sin precedentes. Un Hitler versus Hitler que ríete tú del Desembarco de Normandía.