¿Conocéis esa reconfortante sensación que se produce cuando esperas lo peor y de pronto te sorprenden de forma positiva? Pues eso nos ha pasado a las chicas de Oh My Word! esta semana con un anuncio publicitario.

No nos duelen prendas en reconocer que si teníamos enfilada a una marca por el desagradable grado de sexismo de sus campañas, esa era Axe. Y lo decimos en ambas direcciones. Porque obviamente, nadie puede negar que emplear indiscriminadamente a modelos ligeras de ropa cayendo a los pies de tíos random sea sexista. Pero, ¿en que lugar deja a un hombre que el único interés que despierte esté fundamentado en el olor de su desodorante? En uno muy pobre, creemos nosotras.

En el Viernes Bizarro de hoy, las chicas de Oh My Word! hemos seleccionado dos anuncios que representan a la perfección la antigua trayectoria de esta marca de desodorantes y, por supuesto, también os mostraremos la nueva campaña que ha motivado esta entrada. Esperamos que signifique un cambio de rumbo en el posicionamiento de la compañía.

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Este anuncio es el ejemplo perfecto de la (esperemos antigua) filosofía Axe; las mujeres ven pelo y los hombres tetas. Con este reduccionismo simplista, en Axe pretendían vendernos no solo desodorante, sino una supuesta historia de «amor» de oficina.

Porque pelazo, tetas y desodorante han sido desde siempre los ingredientes indispensables de una buen romance. Ya lo decía Jane Austen…

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La verdad es que a las chicas de Oh My Word! nos ha costado mucho escoger el segundo anuncio de hoy, no porque no tuviésemos opciones, sino por todo lo contrario. Son tantos los anuncios sexistas que Axe ha lanzado bajo el eslogan «El efecto Axe», que podríamos estar una subiendo vídeos una semana.

En cualquier caso, finalmente hemos optado por este anuncio de gel de ducha, que tiene el honor de no limitarse a plasmar la irresistible atracción existente entre las fosas nasales femeninas y los productos Axe, sino que además convierte a las mujeres en simples marionetas a merced de la marca. Olé tú.

Pero como adelantábamos al principio, no estamos aquí para envenenarnos con los errores del pasado de Axe, sino para contemplar esperanzadas el futuro de la marca. Porque con «Find Your Magic», el nuevo Axe prescinde de pivotar su campaña en mujeres objeto y depredadoras sexuales y se centra en su público objetivo: los hombres. ¿Para decirles que van a mojar más por usar sus productos? ¡No! Para hacerles ver que todos tienen ese algo especial que los hace únicos y que Axe es el complemento perfecto para explotar esa «magia» personal. Increíble, vivir para ver.

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Y de esta forma tan sencilla, se recupera la fe en la raza humana. Gracias, Axe.