Ha pasado algún tiempo desde nuestro último Viernes Bizarro. Las chicas de Oh My Word! hemos estado de arriba para abajo sin demasiada oportunidad de hacer parada técnica por estos lares digitales.
Desde la última publicación bizarra, el mundo ha experimentado sus propias idas y venidas. Gobiernos que cambian, gobiernos que no cambian, decesos, nacimientos, inauguraciones, clausuras… Con todo, las chicas de Oh My Word! siempre podemos confiar en un ámbito de la vida que se mantiene ajeno a los devenires del universo. Que sigue a lo suyo sea el cielo azul, o rojo escarlata. Al que poco le importa que nosotras estemos ahí para recoger sus andanzas, o no. Hablamos, claro está, de nuestra querida publicidad bizarra.
Esta semana, mientras paseábamos por nuestros archivos, nos hemos dado cuenta de que este universo publicitario podría clasificarse en varias escuelas o corrientes. Los dos anuncios que os traemos hoy se encuadrarían en la que hemos dado en llamar «Corriente PETA». Anuncios profundamente desagradables, en los que el mensaje ecologista se ve empañado por el empleo sin filtros de la provocación y la controversia. Como el vestido de filetes de Lady Gaga, pero al revés.
Tras esta introducción, es posible que os sintáis preparados para lo que estáis a punto de presenciar. Creednos. No lo estáis.
Os avisamos, pequeños Padawans, de que hoy traíamos rock&roll. El primer plato de nuestro menú es este anuncio de la Asociación FAADA que nos muestra sin tapujos lo que ya veis, que para hacer un abrigo de piel son necesarias 120 crías. La vedad, las chicas de Oh My Word! tenemos que confesar que no hemos contado los Nenucos grisáceos que cubren las vergüenzas de esta modelo, por lo que no estamos en disposición de asegurar que el anuncio sea todo lo literal que pretende ser. Nos decepcionaría descubrir que ahí hay menos de 120 Nenucos grisáceos. En cualquier caso, el mensaje está claro. Estamos buscando lápices para introducirnos por los orificios nasales con la esperanza de lobotomizarnos y olvidar esta imagen.
La segunda propuesta de la casa es este anuncio de Keimling, que se sirve de la regurgitación de la cadena trófica para convencernos de que el vegetarianismo es una mejor opción nutricional para nosotros si no queremos comer caca en última instancia. Buen intento, Keimling, pero las chicas de Oh My Word! tenemos una palabra para vosotros: estiércol.
Al margen de la validez o no de la argumentación, no querríamos pasar por alto el otro de los aspecto de esta creatividad que nos ha llegado al corazón; el sutil y conseguido empleo del Photoshop en la cara del modelo. De haberlo hecho con unas tijeras y los anteriormente citados lápices, no les hubiese quedado peor.
Tras esta perorata bizarra, nos despedimos hasta la próxima. No os vamos a mentir, es muy posible que no sea la semana que viene ;).