Existen anuncios bizarros que tienen más delito por lo que connotan, que por lo que dicen en realidad. Muchos.
Podría pensarse que tal vez las agencias de comunicación y los creativos publicitarios que llevan a cabo este tipo de prácticas se creen en posesión de una inteligencia superior a la media, de modo que el resto del mundo no pillaremos qué es lo que nos están diciendo en realidad con sus anuncios. O tal vez piensen que, sin pruebas, no hay delito, y si no se expresan de forma explícita, están libres de culpa.
A las chicas de Oh My Word! este tipo de prácticas nos resultan bastante burdas y muy cobardes. Eso de meter solo la puntita, para no pillársela, es de caguetas. Y ya puestos a liarlas con anuncios bizarros, preferimos a aquellas agencias que se tiran con todo el equipo, asumiendo las consecuencias. Qué menos.
En el Viernes Bizarro de hoy tenéis dos ejemplos de este tipo de prácticas. Anuncios que ponen de manifiesto ese «no te digo nada y te lo digo todo» tan recriminable. Vamos a verlos.
Alguien se va a arrepentir, pero de publicar este anuncio
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1446202635389″]Sin remordimientos.
Cigarrillo electrónico blu.
Sin olor y sin cenizas, blu te permite disfrutar de tu hábito en cualquier sitio sin remordimientos.[/blockquote]
El primer ejemplo de hoy es un caso claro de conflicto entre lo evidente y lo explícito. ¿Lo explícito? Pues los responsables de este anuncio de blu nos dicen claramente que, con sus cigarrillos, que no dejan olor ni ceniza, podemos fumar sin remordimientos. ¿Lo evidente? Que ese «sin remordimientos» hace referencia a la escena postcoital que nos muestran en la imagen. ¿Lo peor de todo? Que nos den a entender que alguien debería tener remordimientos por acostarse con una mujer entrada en carnes. Porque sí, podríamos ponernos estupiditas y cuestionar quién tiene remordimientos de acostarse con quién, porque tampoco es que el muchacho sea un adonis, o tenga pinta de ser una mente brillante, pero no es eso lo que nos están dando a entender.
Les damos un aplauso y dejamos que se vayan.
Envidia cochina
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1446204238402″]No tabaco.
No tabú. [/blockquote]
Con el segundo ejemplo de hoy, subimos la apuesta para cuestionar, no solo las relaciones de mujeres maduras con chicos más jóvenes, sino también las relaciones interraciales. Y por si poner este tipo de conductas en entredicho no fuese suficiente, como guinda, lo tildamos de tabú. Olé.
Lo peor de todo, es que la agencia encargada de este anuncio de Nicofresh se habrá creído que es muy moderna y muy revolucionaria. Uh, uh, vamos a poner a una señora mayor con un chico joven y negro. ¡Somos unos anitisistema! ¡El nuevo Benetton!
Queridos señores y señoras de Nicofresh, lo que son ustedes, es unos panocos. Dicho queda.
Recobramos la compostura para pedir vuestras opiniones. ¿Cuáles son vuestros malos humos favoritos?
