Insinuar es mejor que enseñar. Esta máxima, que todo padre y toda madre ha tratado de grabar a fuego en la mente de hijas adolescentes, esconde tras de sí todo un arte que no es tan sencillo de manejar como pudiera parecer. Insinuar con clase es complicado y, a consecuencia de esta dificultad, en ocasiones resultaría más elegante enseñar sin más que insinuar de forma burda. ¿Ni idea de por dónde andamos ni a qué viene todo este rollo? Atentos a los anuncios de este Viernes Bizarro.
Con este método me ahorro una pasta en pastillas Finish
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1431080588145″]En ocasiones, un pepinillo es solo un pepinillo…
… y en ocasiones, es Guss[/blockquote]
Aquí tenéis una típica estampa de media tarde en cualquier hogar. De esto que andas por casa medio aburrida y te apetece tomar un piscolabis. Pues ningún problema, llamas a Manolo para que se abra la bragueta y se meta un pepinillo en la entrepierna. Cómodo, higiénico y ecológico, que los platos después hay que lavarlos y se gasta mucha agua.
Los creativos de Guss han demostrado con esta campaña ser unos genios del equívoco. Manejan los dobles sentidos con elegancia, sin resultar para nada obvios y para nada ordinarios. ¿Que a ti el anuncio te da a entender otra cosa? Pues igual deberías usar el Fairy que te sobre para limpiar tu mente, malpensado.
Desde aquí, las chicas de Oh My Word! queremos enviar un saludo a los padres de la modelo de este anuncio. Señores Wang (por ejemplo) su hija insinúa muy bien.
El Maestro Lemoine te enseñará a encender un piti con el poder de la mente
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1431081295634″]Fumar es ser un esclavo del trabajo[/blockquote]
Y de un anuncio de moral intachable a otro en el que empezamos a ver alguna cosilla reprobable. Porque no es solo que ese chico sea muy joven para tener un pitillo en la boca, es que ya no hay respeto. A ver si le va a quemar el traje al señor, que tiene pinta de ser caro.
De estos creativos franceses las chicas de Oh My Word! queremos destacar no solo el dominio de la insinuación, sino también la originalidad. Que a nosotras nos hablan de esclavitud y lo primero que se nos viene a la mente es un látigo y una escena al más puro estilo Kunta Kinte. Pero ellos no. Ellos van un paso más allá y nos presentan esta estampa que todavía no hemos conseguido descifrar, porque el Fairy cunde más de lo que cuesta y seguimos teniendo la mente reluciente del anuncio anterior. Pero vaya, que seguro que tiene una explicación muy casta. Que para eso el chiquillo está en posición de rezar.
Siguiendo con las oraciones, a vosotros nos encomendamos. ¿Tenéis la mente sucia y estos anuncios os parecen obscenos? ¿Preferís enseñar o insinuar? ¿Os gustan los pepinillos? Y lo más importante, ¿cuál es el mejor peor anuncio de hoy?
