Saltaba no hace mucho la noticia de que una famosa página de contactos extramatrimoniales había sido hackeada, haciéndose público un directorio que revelaba la identidad de buena parte de sus suscriptores.
Lo que sorprendió a muchos en este caso no fue el hecho de que haya cuernos y cornudos, que eso es algo muy de toda la vida, sino que existan agencias dedicadas a este tipo de menesteres. La primera conclusión al respecto que sacamos desde Oh My Word! es que la sociedad se ha vuelto tan vaga que ya ni para echar una canita al aire sabemos buscarnos la vida por nosotros mismos. La segunda, que allá donde se pueda hacer negocio, siempre habrá quien aproveche la oportunidad. A fin de cuentas y consideraciones éticas al margen, el business es legal.
Con el mundo de la publicidad viene a pasar tres cuartos de lo mismo. El objetivo es vender y la argumentación utilizada para conseguirlo es, en muchos casos, algo bastante secundario. Eso es precisamente lo que ocurre con los anuncios del Viernes Bizarro de hoy. Empezamos.
Porque lo de no ser infiel y punto no se le ha ocurrido a nadie…
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1439457746626″]Sé infiel a tu novia, no a tu entrenamiento[/blockquote]
Este anuncio de Reebok nos trae a la memoria aquella otra creatividad que por un problema de ubicación te invitaba a dejar el colegio para ir al gimnasio. No obstante, este ejemplo de Reebok tiene muchísimo más mérito, pues la idea germinó tal cual la veis en las mentes de alguna agencia creativa.
Desde Reebok prefieren que los muchachotes del mundo engañen a sus novias porque dan por sentado que estos utilizan más sus productos en el gimnasio. Mal saben en Reebok que para una altísimo porcentaje de novios, el chándal termina por convertirse en el uniforme oficial para quedar con sus parejas. Nada más que argumentar.
Que te engañen con tu mejor amigo es malo. Que te engañen con tu mayor enemigo, peor
[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1439538954254″]También disponible congelado.
Twix helado. [/blockquote]
En Twix lanzaron una versión en helado de sus famosas barritas de chocolate y caramelo y qué mejor forma de representar el «quedarse helado» que encontrar a tu otra barrita engañándote con tu competidor directo, Snickers.
¿Sabéis cuando en Oh My Word! lloramos lágrimas de sangre al ver una buena idea malograda por la ejecución? Pues con el caso de esta creatividad de Twix vamos a necesitar una transfusión. Porque no es que el concepto sea bueno, es que en nuestra humilde opinión, es brillante. ¿Era necesario plasmarlo de una forma tan poco sutil? En absoluto. Dos barritas de chocolate haciendo el perrito es una imagen del todo innecesaria para el desarrollo de cualquier ser humano, pero es que en esta escena, por haber, hay hasta una fusta. Haciendo Viernes Bizarro hemos empezado a notar que en las agencias creativas proliferan los desequilibrios mentales más extraños. #miedito.
¿Y vosotros qué? ¿Sois más de dulces o de gimnasio?
