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Viernes Bizarro… Animalistas

18 de Sep de 2015 | Viernes Bizarro | 2 comentarios

El verano es un periodo de gran actividad para los defensores de los derechos de los animales. Especialmente en un país como el nuestro, con la herencia de los pueblos bárbaros todavía fuertemente arraigada en el ADN. Al clásico abandono de mascotas con motivo de las vacaciones, cabe añadir el amplio abanico de imaginativas torturas que nos regalan las fiestas populares. Entre ellas podemos encontrar desde la caza de patos en agua salada, lanzamientos de gallos de lo alto de campanarios, pasando, cómo no, por el ensañamiento más variado contra toros, vaquillas y en general cualquier bicho con cuernos y gran tonelaje.

No es de extrañar, entonces, que los animalistas terminen el verano exhaustos. En septiembre, el agotamiento físico y mental de esos activistas está en su máximo apogeo. Es por eso que en Oh My Word! pensamos que las creatividades que os traemos en el Viernes Bizarro de hoy fueron contratadas precisamente en esta época del año. Cuando las neuronas estaban fritas.

Campaña PETA

Ponme cuarto y mitad de morena para asar

[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1441885110708″]¿Enganchado a la carne? 

Hazte vegetariano[/blockquote]

PETA es una de esas asociaciones que no se anda con chiquitas a la hora de denunciar el maltrato animal en sus campañas. Ya sea sirviéndose de famosas despelotadas que rechazan el uso de pieles naturales, o de esto.

Este cartel, más propio de una película gore de serie B que de una campaña en defensa de los animales, fue el escogido por PETA para invitar a la población mundial a volverse vegetariana. Desde Oh My Word! comprendemos que PETA se enfade cuando la gente se pasea con zorros, focas o conejos muertos alrededor del cuello, pero llegar a estos extremos de sadismo para intentar que hagamos parrilladas sin churrasco, nos parece un poco demasiado. Porque a nosotras nos enseñaron en el cole eso de la cadena trófica y dudamos bastante que PETA se dedique a perseguir a lobos o leonas para traumatizarlos por su condición carnívora.

Invitarnos a dejar de comer carne está muy bien PETA, pero así, no.

Colonia de perro

Eau de cachorró

[blockquote type=»type-2″ align=»align-left» sc_id=»sc1441885051216″]Ayúdanos a combatir los tests de cosméticos[/blockquote]

Si bien en Oh My Word! el consumo de carne nos parece una práctica tolerable (y debemos añadir, bastante satisfactorio a nivel gastronómico), la experimentación con animales ya es otro cantar. Muy especialmente en el campo de la cosmética. Estas prácticas tan deplorables han sido siempre uno de los mayores caballos de batalla de los defensores de los animales. Desde luego, que un animal tenga que sufrir para que nuestra base de maquillaje dure más tiempo, tiene tanto de cruel como de sinsentido. Pero eso no quita que un anuncio en el que se emplea un cachorrito como aerosol, esté ligeramente fuera de lugar. Porque desde nuestro punto de vista, el asunto se banaliza un poco. ¿O es que somos nosotras las únicas que hemos pensado que el aliento de ese animal no debe oler a rosas precisamente? ¿Lo somos? ¿En serio?

Pensamos que esta última creatividad tienen tanta trascendencia a la hora de concienciar al personal como utilizar a Cruella de Ville para convencernos de no usar pieles. Es decir, un choteo.

En Oh My Word! pensamos que entre el extremo de colgar de un gancho a una morena abierta en canal y usar el aliento de un perro para perfumarse, hay un gran terreno intermedio lo suficientemente fértil como para que germinen mejores ideas. En cualquier caso, esto es lo que hay en el Viernes Bizarro de hoy y es vuestra misión decidir cuál preferís. ¿Será el cuarto y mitad de morena o el cachorro del aliento parisino?